Después de Guerra Civil D. Tomás Muiños y su esposa Dña. Josefa Casais Pouso abren una panadería en la calle Romero Ortiz de Ribeira donde hacían el pan de racionamiento.
En 1.950 comienzan con la venta de bollos, pan de huevos, brazos de gitano y empanadas dulces de manzana, flan, etc. En 1.962 montan un kiosko de pastelería en la calle Rosalía Castro,trajeron de Vigo a un pastelero profesional para introducir los pasteles en todas sus variedades, surtían a los restaurantes de la zona para los banquetes. El pastel se vendía a 1 peseta la unidad. Y ya en 1.965 abre oficialmente Pastelería Fina, en avda. del Malecón, siendo la primera con epígrafe fiscal de la zona. Los helados los traían en autobús desde Santiago en baúles de corcho. En 1.979 abrió la primera heladería como fabricante de helado con licencia para poder vender en toda España (helado tipo italiano).
D. Tomás Muiños era muy emprendedor y también se dedicaba al transporte, y en 1.964 montó la primera sala de recreativos de la zona, con futbolines y juegos varios.
En 1.965, Juan Muiños Casais comenzó a trabajar con sus padres y desde 1.972 es el gerente del negocio, introduciendo muchas novedades como bombones artesanos, mazapanes, y turrones, (uno especialmente gallego “turrón de castañas con orujo”). Cuenta también con una línea pasteles, turrones, helados y bombones sin azúcar.
En 1.950 comienzan con la venta de bollos, pan de huevos, brazos de gitano y empanadas dulces de manzana, flan, etc. En 1.962 montan un kiosko de pastelería en la calle Rosalía Castro,trajeron de Vigo a un pastelero profesional para introducir los pasteles en todas sus variedades, surtían a los restaurantes de la zona para los banquetes. El pastel se vendía a 1 peseta la unidad. Y ya en 1.965 abre oficialmente Pastelería Fina, en avda. del Malecón, siendo la primera con epígrafe fiscal de la zona. Los helados los traían en autobús desde Santiago en baúles de corcho. En 1.979 abrió la primera heladería como fabricante de helado con licencia para poder vender en toda España (helado tipo italiano).
D. Tomás Muiños era muy emprendedor y también se dedicaba al transporte, y en 1.964 montó la primera sala de recreativos de la zona, con futbolines y juegos varios.
En 1.965, Juan Muiños Casais comenzó a trabajar con sus padres y desde 1.972 es el gerente del negocio, introduciendo muchas novedades como bombones artesanos, mazapanes, y turrones, (uno especialmente gallego “turrón de castañas con orujo”). Cuenta también con una línea pasteles, turrones, helados y bombones sin azúcar.
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